Es un festival de música clásica, que se celebra cada año desde 1876 en Bayreuth, Alemania. Está dedicado a la representación de óperas de la autoría del compositor alemán del siglo XIX Richard Wagner. El mismo Wagner concibió y promovió la idea de un festival especial para mostrar sus propias obras, en especial la tetralogía (representada en cuatro días) El anillo del nibelungo y Parsifal. Cuenta con una orquesta y coro propios, seleccionado de entre los mejores músicos del mundo especializados en Wagner. Su coro está considerado como de los mejores cuerpos corales para obras wagnerianas.
Las representaciones tienen lugar en un teatro diseñado ex profeso para el festival, el Bayreuther Festspielhaus (Teatro de los Festivales de Bayreuth). Wagner supervisó personalmente el diseño y la construcción del teatro, que albergaba numerosas innovaciones arquitectónicas con el fin de dar cabida a las inmensas orquestas para las que Wagner escribió su visión particular de lo que debería ser el montaje. Las obras que se representan en el Festival reciben el nombre de Canon de Bayreuth.
El festival se ha convertido en un peregrinaje para los entusiastas wagnerianos, que suelen esperar años para conseguir las entradas.
Los orígenes del Festival se remontan al interés que el propio Richard Wagner tenía en contar con independencia financiera. El empeoramiento de su relación con su patrón, Luis II de Baviera, le llevó a dejar Múnich, dónde en un principio tenía planeado celebrar el festival. Después se interesó por Núremberg, lugar que habría reforzado la significación de sus obras, como Los maestros cantores de Núremberg. Finalmente, por consejo del director de orquesta Hans Richter, decidió centrarse en Bayreuth, ubicación que contaba con tres grandes ventajas: en primer lugar, la ciudad disponía de un espléndido escenario: el teatro de Ópera del Margrave construido para el margrave Federico de Brandemburgo-Bayreuth y su mujer Guillermina de Prusia (hermana del rey prusiano Federico el Grande) en 1747. Con su amplio aforo y su excelente acústica, el teatro era ideal para el propósito de Wagner. En segundo lugar, la ciudad de Bayreuth se encontraba fuera de las regiones en las que Wagner ya no disfrutaba del derecho a interpretar sus propias obras, que había vendido en 1864 para aliviar sus problemas financieros. Por último, la ciudad no tenía una vida cultural que pudiese competir con el talento artístico de Wagner. Una vez inaugurado, el festival sería la principal atracción en el desértico entorno cultural de Bayreuth.
En abril de 1870, Wagner y su mujer, Cosima, visitaron Bayreuth, encontrando inadecuada la Ópera del Margrave, que se había construido en 1744 pensando en las orquestas barrocas del siglo XVIII, y no podía acomodar los complejos montajes y las grandes orquestas que requerían las óperas wagnerianas.
Sin embargo, los burgomaestres se mostraron dispuestos a la construcción de un teatro totalmente nuevo, y se programó la inauguración del festival para 1873. Después de una reunión estéril para financiar el proyecto en la primavera de 1871 con el Canciller alemán, Otto von Bismarck, Wagner se embarcó en una gira para recaudar fondos por toda Alemania.
En un primer momento el público no se mostró muy pródigo. Así, para hacer frente al esfuerzo económico, que incluía la construcción de un nuevo teatro, Wagner siguió el consejo de su amigo y admirador Emil Heckel y promovió la constitución de numerosas sociedades wagnerianas para sufragar el festival. Entre otros lugares se formaron sociedades en Leipzig, Berlín y Viena.
A pesar del atractivo de las sociedades, basado en el rol de Wagner como compositor del nuevo Imperio Alemán, las sociedades y otras fuentes de financiación no alcanzaron los fondos necesarios para finales de 1872. Wagner decidió entonces tratar de nuevo con Bismarck en agosto de 1873, siéndole de nuevo denegados los fondos.
Desesperado, Wagner se dirigió a su antiguo patrón, Luis II de Baviera, quién finalmente accedió a prestarle apoyo financiero. En enero de 1874 comenzó la construcción del teatro diseñado por Gottfried Semper. El debut planeado para 1875 tuvo que posponerse un año debido a la construcción del teatro y otros retrasos.