Fue un virtuoso de la flauta y un compositor conocido sobre todo por su música para este instrumento. Escribió una ópera en alemán y varias en húngaro que fueron estrenadas en Budapest con notable éxito. Su música para ballet también gozó de popularidad en la época.
Fue un compositor francés de música académica.
Jacques Ibert nació en París dentro del seno de una familia adinerada. Su padre, Antoine Ibert, un hombre de negocios y comerciante, fue un violinista aficionado, mientras que su madre, Marguerite Lartigue Ibert, era una consumada pianista que había tomado clases con Marmontel y Le Couppey, ambos maestros en el conservatorio de París.
En su infancia, Jacques estaba rodeado por músicos, pintores y poetas que generarían un profundo impacto en su carrera. Ibert empezó su entrenamiento musical a una edad muy temprana, estudió violín cuando tenía cuatro años de edad y posteriormente piano.
Compositor, pianista y crítico musical alemán del siglo XIX, considerado uno de los más importantes y representativos compositores del Romanticismo musical.
Compositor y pianista. Nacionalizado estadounidense y posteriormente francés. Nació en Ormienbaūm, Rusia. Murió en Nueva York.
Su larga vida le permitió conocer gran variedad de corrientes musicales. Resultan justificadas sus protestas contra quienes lo tildaban de músico del porvenir: «Es algo absurdo. No vivo en el pasado ni en el futuro. Estoy en el presente». En su presente compuso una gran cantidad de obras clásicas abordando varios estilos como el primitivismo, el neoclasicismo y el serialismo, pero es conocido mundialmente sobre todo por tres obras de uno de sus períodos iniciales —el llamado «período ruso»—: El pájaro de fuego (L'Oiseau de feu, 1910), Petrushka (1911) y La consagración de la primavera (Le sacre du printemps, 1913). Para muchos, estos ballets clásicos, atrevidos e innovadores, prácticamente reinventaron el género. Stravinski también escribió para diversos tipos de conjuntos en un amplio espectro de formas clásicas, desde óperas y sinfonías a pequeñas piezas para piano y obras para grupos de jazz.
Stravinski también alcanzó fama como pianista y director, frecuentemente de sus propias composiciones. Fue también escritor; con la ayuda de Alexis Roland-Manuel, Stravinski compiló un trabajo teórico titulado Poetics of Music (Poética musical), en el cual dijo una famosa frase: «La música es incapaz de expresar nada por sí misma». Robert Craft tuvo varias entrevistas con el compositor, las cuales fueron publicadas como Conversations with Stravinsky.
Esencialmente un ruso cosmopolita, Stravinski fue uno de los compositores y artistas más influyentes de la música del siglo XX, tanto en Occidente como en su tierra natal. Fue considerado por la revista Time como una de las personalidades más influyentes del siglo XX.
- Compositor, coreógrafo, director de orquesta, musicólogo, profesor de enseñanza secundaria, guitarrista clásico, pianista y guitarrista brasileño.
- Recibió cierta instrucción musical de su padre. Ya antes de 1899, año de la muerte de su padre, Villa-Lobos había empezado a dedicarse a la música como profesional. Actuó como músico de café tocando el violonchelo, si bien fue también intérprete ocasional de guitarra, clarinete y piano. Villa-Lobos tuvo también una segunda carrera como pedagogo de la música de su país. Diseñó un sistema completo de instrucción musical basado en la rica cultura musical de Brasil y arraigado en un profundo y siempre explícito patriotismo. Compuso música coral para enormes coros escolares de niños, a menudo sobre adaptaciones de material folclórico. Su herencia en el Brasil de hoy, uniforme entre las nuevas generaciones, es planteada con la escuela de samba como una fuerte sensación de orgullo y amor entrelazadas con sentimientos similares para su país.
Fue un compositor, director de orquesta, poeta, ensayista, dramaturgo y teórico musical alemán del Romanticismo. Destacan principalmente sus óperas (calificadas como «dramas musicales» por el propio compositor) en las que, a diferencia de otros compositores, asumió también el libreto y la escenografía.
En sus inicios, fundamentó su reputación como compositor en obras como El holandés errante y Tannhäuser, que seguían la tradición romántica de Weber y Meyerbeer. Transformó el pensamiento musical con la idea de la «obra de arte total» (Gesamtkunstwerk), la síntesis de todas las artes poéticas, visuales, musicales y escénicas, que desarrolló en una serie de ensayos entre 1849 y 1852, y que plasmó en la primera mitad de su monumental tetralogía El anillo del nibelungo. Sin embargo, sus ideas sobre la relación entre la música y el teatro cambiaron nuevamente y reintrodujo algunas formas operísticas tradicionales en las obras de su última etapa, como en Los maestros cantores de Núremberg.
Las obras de Wagner, particularmente las de su último periodo (que se corresponden con su etapa romántica), destacan por su textura contrapuntística, riqueza cromática, armonía, orquestación y un elaborado uso de los leitmotivs (temas musicales asociados a caracteres específicos o elementos dentro de la trama). Wagner fue pionero en varios avances del lenguaje musical, como un extremo cromatismo (asociado con el color orquestal) o la ampliación del cosmos armónico a través de un continuo desplazamiento de los centros tonales, lo que influyó en el desarrollo de la música clásica europea.
Su ópera Tristán e Isolda se describe a veces como punto de inicio de la música académica contemporánea. La influencia de Wagner se extendió también a la filosofía, la literatura, las artes visuales y el teatro. Hizo construir su propio teatro de ópera, el Festspielhaus de Bayreuth, para escenificar sus obras del modo en que él las imaginaba y que contienen diseños novedosos. Allí tuvo lugar el estreno de la tetralogía del Anillo y Parsifal, donde actualmente se siguen representando sus obras operísticas más importantes en un Festival anual a cargo de sus descendientes. Los puntos de vista de Wagner sobre la dirección orquestal también fueron muy influyentes.
Escribió ampliamente sobre música, teatro y política, obras que han sido objeto de debate en las últimas décadas, especialmente algunas de contenido antisemita, como su ensayo El judaísmo en la música, así como por su supuesta influencia sobre Adolf Hitler y el nacionalsocialismo, ideología también fundamentada por sus escritos que exaltan el nacionalismo alemán.
Wagner logró todo esto a pesar de una vida que se caracterizó, hasta sus últimas décadas, por el exilio político, relaciones amorosas turbulentas, pobreza y repetidas huidas de sus acreedores. Su agresiva personalidad y sus opiniones, con frecuencia demasiado directas, sobre la música, la política y la sociedad lo convirtieron en un personaje polémico, etiqueta que todavía mantiene. El impacto de sus ideas se puede encontrar en muchas de las artes del siglo.