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Grieg, Edvard
Persona · 1843-1907

Fue un compositor y pianista noruego, considerado uno de los principales representantes del Romanticismo tardío. Adaptó muchos temas y canciones del folclore de su país, contribuyendo así a crear una identidad nacional noruega, al igual que hicieron Jean Sibelius en Finlandia o Antonín Dvořák en Bohemia. Sus obras más importantes son: el concierto para piano en la menor, las intimistas Piezas líricas (para piano) y especialmente Peer Gynt, música incidental que escribió por encargo del escritor Henrik Ibsen para su drama del mismo nombre.
Nació en Bergen (Noruega) el 15 de junio de 1843, descendiente de una familia de escoceses, cuyo apellido original era Grieg. Después de la batalla de Culloden (1746), su bisabuelo había emigrado a varios lugares, para finalmente asentarse como comerciante en Bergen alrededor de 1770.

Creció en un ambiente musical. Su madre, Gesine, fue su primera profesora de piano. Más tarde, en el verano boreal de 1858, Grieg conoció al legendario violinista noruego Ole Bull, amigo de la familia y cuñado de Gesine. Bull descubrió el talento del muchacho de quince años y convenció a sus padres de enviarlo al Conservatorio de Leipzig para que lo desarrollase.

Ingresó en el conservatorio, centrando su interés sobre todo en el piano, aunque se resentía tanto de la disciplina impartida en el conservatorio como de las clases, demasiado técnicas, que no se ajustaban a su gran sensibilidad. Una excepción fue la clase de órgano, asignatura obligatoria para los estudiantes de piano. La estancia en Leipzig le ofreció, sin embargo, la oportunidad de escuchar una gran cantidad de las mejores producciones de música de cámara y sinfónica de la época. En la primavera de 1860, sobrevivió a una grave enfermedad pulmonar, una pleuritis complicada con tuberculosis. Como consecuencia, su salud quedó dañada de por vida. Sufrió diversas infecciones respiratorias, por lo que eran frecuentes sus visitas a los balnearios, tanto en Noruega como en sus viajes al extranjero; además, contaba con varios médicos entre sus amistades. En 1861 hizo su debut como concertista de piano en Karlshamn (Suecia). Al año siguiente, finalizó sus estudios en Leipzig y realizó su primer concierto en su ciudad natal, donde ejecutó algunas obras técnicamente complejas, incluyendo la sonata Patética de Beethoven.

En 1863 fue a Copenhague (Dinamarca), donde permaneció por tres años. Conoció entonces a los compositores daneses J. P. E. Hartman y Niels Gade. También conoció al compositor noruego Rikard Nordraak (compositor del Himno nacional de Noruega), quien se convirtió en un gran amigo y en una fuente de inspiración para Grieg. Nordraak murió poco después y Grieg compuso en su honor una marcha fúnebre. Grieg tenía lazos cercanos con la Orquesta Filarmónica de Bergen (Harmonien) y fue director musical de la orquesta desde 1880 hasta 1882. También vio a Franz Liszt en dos ocasiones en Copenhague.

El 11 de junio de 1867, contrajo matrimonio con su prima hermana, Nina Hagerup, a quien había conocido también en Copenhague. Al año siguiente, nació Alejandra, su única hija. En el verano siguiente, Grieg escribió su famoso Concierto para piano en la menor mientras estaba de vacaciones en Dinamarca. Edmund Neupert dio un concierto de su primer trabajo en Copenhague. Grieg no pudo asistir debido a los compromisos de dirección que tenía en Christiania (Oslo).

En el verano boreal de 1869, mientras Grieg se encontraba de paso en Bergen, Alejandra enfermó de meningitis y posteriormente falleció, cuando tenía apenas 13 meses de edad. Una vez que Edvard y Nina se restablecieron medianamente de la pérdida, fueron a Roma incentivados por el gobierno noruego, y fueron invitados a una reunión con Franz Liszt, quien expresó su aprecio por el Concierto para piano en la menor de Grieg. Liszt, hábil pianista, tocó la línea de piano y el arreglo de la parte orquestal, leyéndolos a primera vista y en tiempo real (lo cual es un enorme desafío musical y técnico). Posteriormente criticó constructivamente el trabajo de Edvard y le dijo: «Siga firme en su camino. En verdad le digo, usted tiene capacidad. Y sobre todo, no se deje intimidar». Esto fue un factor muy importante y alentador en la carrera de Grieg. Liszt escribió también un testimonial a los directores noruegos, lo que condujo a Grieg a conseguir una beca.

Pero mientras la vida profesional de Grieg continuaba, su vida personal se deterioraba cada vez más. En 1875 fallecieron sus padres, evento que lamentablemente dejó tanto a Nina como a Edvard sin una casa a la cual retornar en Bergen. Posteriormente, y sobre todo por dolor, Grieg dejó a Nina, pero al año siguiente se reconciliaron y volvieron a vivir juntos.

Falleció en el hospital de Bergen en el otoño de 1907, a los 64 años y 2 meses de edad, víctima de una enfermedad crónica en uno de sus pulmones. El funeral condujo a miles de personas a las calles de su ciudad natal para honrarlo y, conforme a su deseo, la marcha fúnebre que había compuesto para Rikard Nordraak fue interpretada con una orquestación de su amigo Johan Halvorsen; también fue ejecutada en la ceremonia la marcha fúnebre compuesta por Frédéric Chopin. Sus cenizas y las de su esposa fueron sepultadas en una tumba de una montaña, frente a un lago situado cerca a su casa, llamada Troldhaugen.

Grieg es la persona más célebre de la ciudad de Bergen, con numerosas estatuas que representan su imagen y muchas entidades culturales que llevan su nombre: el mayor edificio de conciertos de la ciudad (Grieg Hall), su escuela de música más avanzada (Academia Grieg) y su coro profesional (Edvard Grieg Kor). El Museo Edvard Grieg en la antigua casa de Grieg, Troldhaugen, está dedicado a su legado

Dvorak, Anton
Persona · 1841-1904

Fue un compositor posromántico natural de Bohemia —territorio entonces perteneciente al Imperio austríaco—, uno de los primeros compositores checos en lograr el reconocimiento mundial y uno de los grandes compositores de la segunda mitad del siglo XIX. Empleó con frecuencia ritmos y otros aspectos de la música folclórica de Moravia y su Bohemia natal, siguiendo el ejemplo de su predecesor, el nacionalista de la era romántica Bedřich Smetana. Se ha descrito al estilo de Dvořák como «la recreación más completa de un idioma nacional con el de la tradición sinfónica, absorbiendo influencias populares y encontrando formas efectivas de usarlas».

Dvořák mostró sus dotes musicales a una edad temprana, siendo un buen estudiante de violín desde los seis años. Las primeras representaciones públicas de sus obras fueron en Praga en 1872 y, con especial éxito, en 1873, cuando tenía 31 años. Buscando reconocimiento más allá del área de Praga, presentó una partitura de su Primera Sinfonía a un concurso de premios en Alemania, pero no ganó, y el manuscrito no devuelto se perdió hasta que fue redescubierto muchas décadas después. En 1874 hizo una presentación al Premio Estatal de Composición de Austria, incluyendo partituras de dos sinfonías más y otras obras. Aunque no lo sabía, Johannes Brahms fue el miembro principal del jurado y quedó muy impresionado. Le otorgaron el premio en 1874 y nuevamente en 1876 y en 1877, cuando Brahms y el destacado crítico Eduard Hanslick, también miembro del jurado, se presentaron a él. Brahms recomendó a Dvořák a su editor, Fritz Simrock, quien poco después encargó lo que se convirtió en Danzas eslavas, op. 46. Fueron muy elogiadas por el crítico musical de Berlín Louis Ehlert en 1878, la partitura (de la versión original para piano a cuatro manos) tuvo excelentes ventas y lanzó su reputación internacional.

La primera pieza de carácter religioso de Dvořák, su arreglo de Stabat Mater, se estrenó en Praga en 1880. Fue interpretado con gran éxito en Londres en 1883, lo que dio lugar a muchas otras representaciones en el Reino Unido y Estados Unidos. En su carrera, realizó al menos nueve visitas como invitado a Inglaterra, a menudo dirigiendo representaciones de sus propias obras. Su Séptima Sinfonía la escribió para Londres. Al visitar Rusia en marzo de 1890, dirigió conciertos de su propia música en Moscú y San Petersburgo.​ En 1891 lo nombraron profesor en el Conservatorio de Praga. Entre 1890 y 1891, escribió su Trío Dumky, una de sus piezas de música de cámara de mayor éxito.

En 1892, se mudó a Estados Unidos y se convirtió en el director del Conservatorio Nacional de Música de América en Nueva York. La presidenta del Conservatorio Nacional, Jeannette Thurber, le ofreció un salario anual de 15 000 dólares, veinticinco veces lo que le pagaban en el Conservatorio de Praga. Mientras estuvo en Estados Unidos, escribió sus dos obras orquestales más exitosas: la Sinfonía del Nuevo Mundo, que difundió su reputación en todo el mundo,​ y el Concierto para violonchelo. En el verano de 1893, se mudó de Nueva York a Spillville (Iowa), siguiendo el consejo de su secretario, Josef Jan Kovařík. Dvořák había planeado originalmente regresar a Bohemia, pero Spillville estaba compuesto en su mayoría por inmigrantes checos, por lo que sintió menos nostalgia; se refirió a ella como su «Vysoká de verano».​ Allí fue donde escribió su pieza de música de cámara más famosa, su Cuarteto de cuerda en fa mayor, op. 96, que más tarde fue apodado como Cuarteto Americano. Poco después de su estancia en Iowa, extendió su contrato con el Conservatorio Nacional por otros dos años. Sin embargo, la crisis económica de abril de 1893 provocó la pérdida de ingresos del marido de Thurber e influyó directamente en la financiación del Conservatorio Nacional. El déficit en el pago de su salario, junto con el creciente reconocimiento en Europa y un principio de nostalgia, lo llevaron a dejar Estados Unidos y regresar a Bohemia en 1895.

Todas sus nueve óperas, excepto la primera, tienen libretos en checo y estaban destinadas a transmitir el espíritu nacional checo, al igual que algunas de sus obras corales. La más exitosa de las óperas es Rusalka. Entre sus obras más pequeñas, la séptima Humoresca y la canción «Canciones que me enseñó mi madre» también son ampliamente interpretadas y grabadas. Ha sido descrito como «posiblemente el compositor más versátil de su tiempo».

El Festival Internacional de Música de Dvořák de Praga es una importante serie de conciertos que se celebran anualmente para homenajear la vida y la obra del compositor.

Ravel, Maurice
Persona · 1875-1937

Fue un compositor francés del siglo XX. Su obra, frecuentemente vinculada al impresionismo, muestra además un audaz estilo neoclásico y, a veces, rasgos del expresionismo, y es el fruto de una compleja herencia y de hallazgos musicales que revolucionaron la música para piano y para orquesta. Reconocido como maestro de la orquestación y por ser un meticuloso artesano musical, cultivando la perfección formal sin dejar de ser al mismo tiempo profundamente humano y expresivo, Ravel sobresalió por revelar «los juegos más sutiles de la inteligencia y las efusiones más ocultas del corazón» (Le Robert).

Parra, Violeta
Persona · 1917-1967

Fue una artista, música, compositora y cantante chilena, reconocida como una de las principales folcloristas en América del Sur y divulgadora de la música popular de su país. Fue miembro de la célebre familia Parra.
En el apartado de chilenos universales, Violeta Parra tiene pocos nombres a su altura. Aunque nunca ganó un premio Nobel ni lideró conscientemente una fuerza social, la compositora de "Gracias a la vida" logró ubicar su arte en muchos círculos y puntos geográficos, y desde su muerte, en 1967, su legado no ha hecho más que expandirse. Cantantes extranjeros de diversos géneros han grabado sus canciones; y centros de estudio, museos y libros mantienen activo hasta hoy el análisis de su obra inconmesurable, a la vez tradicional y pionera, vanguardista y popular. En 2017, tanto la institucionalidad chilena como el pueblo se volcaron a las calles para celebrar el Centenario de su nacimiento.
Violeta Parra
En el apartado de chilenos universales, Violeta Parra tiene pocos nombres a su altura. Aunque nunca ganó un premio Nobel ni lideró conscientemente una fuerza social, la compositora de "Gracias a la vida" logró ubicar su arte en muchos círculos y puntos geográficos, y desde su muerte, en 1967, su legado no ha hecho más que expandirse. Cantantes extranjeros de diversos géneros han grabado sus canciones; y centros de estudio, museos y libros mantienen activo hasta hoy el análisis de su obra inconmesurable, a la vez tradicional y pionera, vanguardista y popular. En 2017, tanto la institucionalidad chilena como el pueblo se volcaron a las calles para celebrar el Centenario de su nacimiento.

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Su influencia fue vital para el nacimiento del más importante movimiento que ha visto la canción popular de nuestro país, la Nueva Canción Chilena, pero también los jóvenes rockeros reconocen la profundidad de su música, llena de inequívoca crítica social y vocación de búsqueda. Al menos dos de sus hermanos, Nicanor (poeta) y Roberto (cantor popular), son también responsables de hitos de la cultura chilena del siglo XX; y dos de sus hijos, Isabel y Ángel, se convirtieron en importantes cantautores. Autora, también, de valoradas arpilleras, esculturas y pinturas al óleo, Violeta Parra creía que «cualquiera puede hacer canciones. Cualquiera puede ser artista y expresarse del modo que más le acomode». Su desarrollo artístico fue el de una autodidacta, que nunca aprendió a escribir música ni contó con agentes para promocionar su trabajo, pero que ha conseguido que éste sea hoy símbolo del arte popular chileno en el mundo.
Dueña de una personalidad fuerte, poco amiga de las concesiones, Violeta Parra supo desde temprano que la suya era una misión cultural que sólo se valoraría con el tiempo. Chile tardó en poner a Violeta en el lugar que merece su aporte. Iniciativas privadas y públicas (libros, películas, festivales) fueron poco a poco contribuyendo a darle a su figura un carácter patrimonial, en un esfuerzo coronado en 2015 con la inauguración del Museo Violeta Parra en la Avenida Vicuña Mackenna, en Santiago, a cargo de la Fundación que lleva su nombre que hoy coordina lo relacionado con la administración de su legado.
Nació en San Carlos, provincia de Ñuble, y pasó gran parte de su infancia en Lautaro, como parte de un familia extensa y pobre. Ella y sus ocho hermanos —además de dos medios hermanos, hijos de su madre— estaban a cargo del matrimonio compuesto por Nicanor Parra y Clarisa Sandoval. Él era un profesor de música y ella, una mujer campesina; ambos, cultores del canto popular. Tras sobreponerse a un ataque de viruela, a los tres años, Violeta creció al ritmo del campo chileno y de un gran tedio por la vida escolar; desarrollando, en cambio, una enorme pasión por el canto.

El descubrimiento de la música se le presentó como el de quien se convierte a un credo («mejor ni hablar de la escuela / la odié con todas mis ganas [...] / Y empiezo a amar la guitarra / y donde siento una farra, / allí aprendo una canción»). A los 9 años ya tocaba guitarra y, a los 12 comenzó a componer. Los problemas económicos de la familia Parra Sandoval se agudizaron con la muerte del padre, en 1929; y en varias ocasiones Violeta y sus hermanos buscaron con su canto callejero (también en algunos circos, en los que Violeta bailaba rancheras argentinas y cantaba cuplés) monedas con las cuales contribuir al presupuesto familiar.

«Si es cierto que yo sufrí, / eso me fue encañonando. / Más tarde me fui emplumando / como zorzala cantora / que no la para ni el diablo», recuerda en sus Décimas autobiográficas.

Loewe, Marcelo
Persona

Chelista y Doctor en Física de la Universidad de Hamburgo y académico de la Universidad Católica

Entidad colectiva · 1962

La Sala Isidora Zegers, construida entre los años 1958 y 1961 bajo el Decanato de Alfonso Letelier Llona, abrió sus puertas el año 1962. Fue concebida inicialmente como un espacio para realizar conciertos de cámara, presentaciones de alumnos, orquestas, ópera, presentaciones de ballet y teatro de pequeño formato, entre otros.
Hoy, con más de 50 años de funcionamiento ininterrumpido, la Sala sigue siendo el importante e histórico espacio de la Facultad de Artes en donde se dan lugar las diferentes disciplinas artísticas (teatro, danza, cine, etc.), dentro de las cuales la protagonista principal sin duda es la música, para ser apreciadas en todo su esplendor por el público asistente. Estas presentaciones suman un promedio de 155 al año. Todas ellas a cargo de los más sobresalientes músicos y agrupaciones del país, reconocidos a nivel nacional e internacional por su excelencia y nivel artístico, dentro de un amplio espectro que va desde lo tradicional clásico a lo vanguardista y contemporáneo.

Simpfendorfer, Ilse
Persona

Solista Soprano chileno-alemana de vasta trayectoria y Directora de Coros. Creadora de la primera escuela permanente de música ancestral mapuche en Pucón.

Guarello F., Alejandro
Persona · 1951

Es un compositor y director de orquesta chileno que ha creado más de 70 obras de distintos géneros instrumentales y vocales, de cámara y sinfónicos, las cuales han sido editadas tanto en su país como en los Estados Unidos, Europa y Japón. Sus composiciones han merecido numerosos premios, como el Festivales de Música Chilena (1979), el del Conservatorio de París (1984) y otros.

Rostal, Max
Persona · 1906-1991

Fue un violinista, violista y pedagogo polaco nacido en la localidad de Cieszyn y nacionalizado británico posteriormente.

Entidad colectiva · 1981

Ensamble de formación mixta. Quinteto de música de cámara del siglo XX, especialmente chilena y latinoamericana. El Ensemble Bartok Chile fue fundado en 1981 por la destacada clarinetista norteamericana radicada en Chile, Valene Georges. Su nombre se inspiró en la visión del compositor e investigador húngaro Béla Bartók, quien proponía la posibilidad de una unión y hermandad de los pueblos por medio de la música. El ensamble tuvo como principal objetivo estimular y contribuir a la creación musical chilena y latinoamericana, propiciando los espacios para el desarrollo y difusión de la actividad musical. Esta agrupación de cámara se fundó como un trio compuesto por Valene Georges en clarinete, junto a la pianista Elma Miranda y el violinista Hernán Jara, para posteriormente desde 1983 ir mutando hasta llegar a la formación de quinteto que mantuvo a lo largo de varias décadas. Esta contó con la misma Valene Georges como clarinetista, la pianista Elvira Savi, la contralto Carmen Luisa Letelier, el violinista Patricio Cádiz y el cellista Eduardo Salgado. Tiempo después, con la salida de algunos integrantes, se incorporan Jaime Mansilla en el violín y Cirilo Vila al piano. Este último sería reemplazado el año 1994 por Karina Glasinovic, del mismo modo que la cantante Carolina Muñoz tomaría el lugar de Carmen Luisa Letelier el año 2012. Esta última continuaría participando como recitante y conferencista.