Cantante lírica (Soprano) y académica. Patricia Vásquez Prieto es una cantante y educadora chilena nacida en Santiago el 26 de marzo de 1944, siendo hija única del matrimonio formado por José Vásquez Crisóstomo y Lucía Prieto Montenegro. Está casada desde marzo de 1973 con el ingeniero comercial Luis Calderón Bordali y es madre de Cristián Calderón Vásquez.
Solista Soprano chileno-alemana de vasta trayectoria y Directora de Coros. Creadora de la primera escuela permanente de música ancestral mapuche en Pucón.
Profesora, cantante lírica, académica
Carmen Luisa Letelier nace el 20 de noviembre de 1943 en Santiago de Chile. Sus padres fueron el compositor Alfonso Letelier y la cantante Margarita Valdés. Al pertenecer a una familia de músicos, estuvo siempre ligada a la música, estudiando desde muy pequeña piano con la profesora Judith Aldunate y teoría con la profesora Angela Dondini, poniendo en práctica sus estudios en casa con su familia, ya que su madre crea un coro con sus hermanos. Más cercana a su juventud se introduce en la música popular desarrollando los que eran sus géneros musicales favoritos: el jazz y la música folklórica. Así, llegó a cantar en el Club de Jazz de Santiago y a tener clases con la cantautora chilena Violeta Parra por aproximadamente dos años, con quien aprendió canto y la guitarra traspuesta.
Al concluir sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Santa Úrsula, decide ligar sus estudios profesionales con sus gustos por la literatura y la lengua castellana, entrando a estudiar en el año 1962 la carrera de Pedagogía en Castellano en el Instituto Pedagógico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, recibiendo su título de Profesora de Estado en Castellano el año 1967. Entre los años 1967 y 1969 trabaja como docente de castellano en el Colegio Santa Úrsula de Santiago. Al querer mejorar el uso y cuidado de su voz para desempeñar de mejor manera su carrera de profesora, sus padres le recomiendan estudiar canto; así, el año 1966 ingresa al Conservatorio Nacional de Música de la Universidad de Chile, específicamente a la cátedra de canto de la profesora Lila Cerda, donde también recibe clases con Clara Oyuela, Federico Heinlein, Elvira Savi y Hernán Wurth. Tras desarrollar sus habilidades como contralto decide participar en el concurso de canto CRAV (Compañía de Refinería de Azúcar de Viña del Mar), donde consigue obtener la Mención Honrosa en el año 1966. En este contexto descubre su amor por el canto y decide dedicarse por completo a su carrera musical, obteniendo el título de Intérprete Superior con mención en Canto el año 1978 en el Departamento de Música de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.
La cantante realiza su primera presentación como solista en 1967 con la Orquesta Filarmónica del Teatro Municipal de Santiago en el Te Deum de Marc-Antoine Charpentier, dirigida por el músico y director Mario Baeza. El mismo año 1967 participa como solista con la Orquesta Sinfónica en la Cantata Nr. 112 J. S. Bach con la Orquesta de Cámara de la Universidad Católica y como solista con la Orquesta Sinfónica de Lima en el Oratorio Judas Macabeo de G. F. Haendel. Durante el año 1968 participa en estrenos de obras chilenas en los Festivales de Música Chilena de la Universidad de Chile y ofrece un recital de lieder en París con música chilena y europea (Brahms, Milhaud, Messiaen, Schoenberg, Leng, Letelier, Botto), participando además en una grabación para la ORTF de París con obras de alumnos de composición del maestro Max Deutsch. De esta forma comienza su carrera como solista, demostrando una sólida técnica vocal que le permite actuar dentro de Chile con las Orquestas Sinfónicas y Filarmónicas de Santiago, La Serena, Osorno, Antofagasta, Valparaíso, Orquesta de Cámara de la Universidad Católica y Orquesta Clásica de la USACH. Fuera de Chile, ha actuado con la Orquesta del Teatro Colón de Buenos Aires, Orquesta del SODRE en Uruguay, Orquesta Santa Cecilia de Pamplona (España), Orquesta Sinfónica de Mendoza, Orquesta Sinfónica de Lima, Orquesta Sinfónica de Bogotá, Orquesta Sinfónica de la Ciudad de México, Filarmónica Municipal del Teatro Municipal de Río de Janeiro y la Orquesta de Cámara del Teatro Teresa Carreño de Caracas. Además, ha realizado giras de conciertos nacionales e internacionales en países como Perú, Ecuador, Venezuela, México, Colombia, Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos, España, Francia, Polonia, Hungría, República Checa y Austria, desenvolviéndose en diferentes géneros musicales como la ópera, la música antigua, la música de cámara, el lied, el oratorio y la música contemporánea, preocupándose siempre de interpretar y difundir la música chilena.
Dentro del amplio repertorio qué interpretó como solista, se encuentran obras como misas, sinfonías, canciones, entre otras, de diferentes compositores europeos de los cuales podemos mencionar a J. S. Bach, G. F. Haendel, Charpentier, Henry Purcell, G. B. Pergolesi, Ludwig van Beethoven, W. A. Mozart, J. Haydn, G. Rossini, F. Mendelssohn, J. Brahms, G. Mahler, M. Ravel, C. Debussy y A. Bruckner. Además, ha interpretado y estrenado obras de diversos compositores chilenos, como de Alfonso Leng, Cuatro canciones y Salmo; A. Letelier, Canciones de cuna, Estancias Amorosas, Canciones de Stephan Georg y Sinfonía “El hombre ante la ciencia”; Carlos Isamitt, Friso Araucano; Carlos Riesco, De profundis; Santiago Vera, Silogística (de la obra Chile), entre otras.
Es importante destacar su trabajo en el campo de la ópera, donde tuvo gran éxito y aceptación de la crítica y el público interpretando diversos roles. Su carrera en la ópera comienza el año 1969 en el Teatro Municipal de Santiago con el rol de Emilia en Otelo de Verdi. En este mismo teatro va desarrollando su carrera participando el año 1979 en Las Valquirias de R. Wagner interpretando a Waltraute, y como paje en Salomé de R. Strauss. Durante 1987 también se presentó en Rosenkavalier de Strauss como Annina, y el año siguiente como Dorabella en Cosi fan tutte de W. A. Mozart. En 1989 interpreta el papel de Niania Filipievna en Eugenio Oneguin de Chaikovski y Suzuki en Madame Butterfly de Puccini. Ya en 1990 fue Comtesse de Berkenfield en La Fille du Regiment de Donizetti, y durante 1993 interpreta tres papeles: Niania en Boris Godunov de Músorgski, Smeton en Ana Bolena de Donizetti y Marie en Der Fliegende Holländer de Wagner. En 1994 participa en La Dama de Pique en el papel de Institutriz, en 1995 en La flauta Mágica de W. A. Mozart como tercera dama y en 1998 fue Buria en Jenufa de Leos Janacek. Además, participó en Viento Blanco del compositor chileno Sebastián Errazuriz en Santiago a mil y en Il trionfo dell'amor del compositor A. Scarlatti.
En 1969 Carmen Luisa Letelier se casa con Pablo Domeyko con quien tiene cinco hijos y quien en palabras de la cantante siempre fue un gran apoyo. Este mismo año comienza a dedicarse de lleno al canto y entra a la Universidad Católica como profesora de canto del Instituto de Música, donde desempeñó su labor por nueve años. Al mismo tiempo que ingresa a la Universidad Católica comienza a incursionar en la música de cámara con su participación como contralto en el Conjunto de Música Antigua UC, fundado en 1954 y conformado por un quinteto de voces y un conjunto instrumental, el que era dirigido por Sylvia Soublette, donde destaca como una gran liederista y en el que permanece por aproximadamente 20 años. Es con este conjunto que realiza su primera gira internacional a Estados Unidos el año 1970, donde dan conciertos en New York (Lincoln Center y St Patrick’s Cathedral), Washington (Library of Congress, Organización de los Estados Americanos OEA) y Saint Louis, Missouri. Ya en 1975 realiza giras a Brasil, donde dan conciertos en Rio de Janeiro, Belo Horizonte y Sao Paulo. Este mismo año, también realiza una gira con el Conjunto en Perú, Ecuador, Venezuela, Costa Rica, Estados Unidos y Canadá. Dentro de la música antigua interpretó una gran variedad de repertorio, que incluye música vocal española, francesa, inglesa y alemana de la edad media y el renacimiento, además de madrigales de Gesualdo, Carissimi, Pergolesi, Vivaldi y Marcello, entre otros.
En el ámbito de la música de cámara, ha interpretado un amplio repertorio, que incluye canciones doctas de Schumann, Brahms, Schubert, Wolf, Mahler, Strauss, Schoenberg, Alban Berg y Hindemith. Cabe destacar también su interpretación de canciones doctas francesas de compositores como Lully, Rameau, Gounod, Ravel, Debussy, Chausson, Milhaud, Poulenc y Rene Bathon. Finalmente, también destacó como intérprete de canciones españolas y latinoamericanas de destacados compositores como Manuel de Falla, Eduardo Toldrá, Fernando Obradors, Xavier Montsalvatge, Enrique Granados, Federico García Lorca, Heitor Villalobos, Francisco Mignone, Carlos Guastavino, Carlos López Buchardo, Alberto Ginastera y Juan Carlos Zorzi; y de los chilenos Federico Heinlein, Alfonso Leng, Alfonso Letelier, Miguel Letelier Valdés, Carlos Botto, Carlos Riesco, Santiago Vera, Cirilo Vila, Domingo Santa Cruz, René Amengual, Pedro Núñez Navarrete, Eduardo Cáceres, Fernando García, entre muchos otros.
Tras su destacada participación en el conjunto de música antigua, en 1983 ingresa al Ensemble Bartók como contralto. Esta agrupación musical fundada por Valene Georges el año 1981 se creó con el fin de fomentar y difundir la música contemporánea y de vanguardia creada por compositores chilenos y latinoamericanos. Letelier participa en el ensamble durante muchos años, dentro de los cuales pudo estrenar más de 80 obras compuestas exclusivamente para ser interpretadas por el Ensemble, y con el cual realizó alrededor de 30 giras internacionales, donde fue posible difundir la música chilena del siglo XX en diferentes países, entre los que podemos mencionar Estados Unidos, México, Canadá, Argentina, República Checa, Polonia, Hungría, Francia, Austria, España y Lituania. También participó con el ensamble en la grabación de un doble cassette con obras de compositores chilenos y latinoamericanos y dos CDs con obras de compositores chilenos. En el marco de una planificada gira con el ensamble a México durante el año 2012, le descubren un cáncer a la garganta, por lo que no puede viajar y comienza a disminuir su participación en este conjunto de música contemporánea.
Si bien sus primeros estudios y acercamientos a la educación fueron como profesora de castellano, fue esta profesión la que indirectamente impulsó su carrera en el canto. La pedagogía y el canto se combinan cuando inicia su carrera como profesora de canto en la Universidad Católica, donde permanece entre 1969 y 1978. En 1979 comienza a dar clases de canto en el Departamento de Música de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, llegando a ser profesora de fonética para cantantes y profesora titular de canto el año 1980. Dentro de la Universidad de Chile, también se desempeñó en diferentes cargos, siendo elegida en 1998 como consejera de la Facultad de Artes, cargo que ejerció hasta el año 2003. Además, durante su trabajo en la facultad, fue nombrada miembro de la Comisión Superior de Evaluación el año 2000. Esto demuestra la importancia que tuvo la intérprete, no tan solo en la formación de cantantes, sino también en la gestión académica.
Aparte de las funciones y cargos anteriormente mencionados, el año 1995 fue nombrada Miembro de Número de la Academia de Bellas Artes del Instituto de Chile y el año 2000 consejera de la Corporación Cultural del Teatro Municipal de Santiago. Asimismo es importante destacar su participación como jurado en diferentes instancias, seleccionando a los postulantes para las becas que otorga la Fundación de la Corporación de Amigos del Teatro Municipal, pero también dentro de la Orquesta Sinfónica de Chile, donde participa en la selección de solistas de las Temporadas Oficiales y en los concursos internos de la Facultad de Artes. Finalmente, podemos destacar su invitación como jurado en el concurso Luis Sigall de Viña del Mar el año 1999.
Gracias a su labor como profesora de canto, Chile ha logrado contar con destacados y destacadas cantantes que se han distinguido tanto en el país como en el extranjero, demostrando una sólida técnica musical adquirida en sus clases, tal como es el caso de Carolina Muñoz Coloma y Evelyn Ramírez. Del mismo modo se logra evidenciar cómo, por medio de los diferentes cargos en los que se ha desempeñado, logró fomentar el desarrollo y difusión de la cultura chilena, lo que la hizo merecedora de numerosos premios y distinciones. El primero de estos fue en conjunto con el Sexteto Hindemith 76, con quienes ganó el Premio APES al mejor disco de música popular en 1976. En 1978 recibe el premio de la Crítica de Uruguay por su interpretación de Das Lied von der Erde del compositor G. Mahler; este mismo año recibe una condecoración de la Embajada de Austria por su homenaje a Franz Schubert. En 1982 recibe el premio del Círculo de Críticos de Arte mención música y en 1990 en la mención ópera. A su vez, en 1989 se le concede la Medalla “Mujer Destacada” otorgada por el Gobierno de Chile por su labor y trayectoria y el año 2000, en conjunto con el Ensemble Bartók, obtiene el premio Altazor. El 2001 recibe esta misma distinción por su interpretación en la ópera Madame Butterfly, además, en este mismo año se le otorga el Premio del Círculo de Críticos de Arte de la Quinta Región. El año 2002 recibe el reconocimiento a una vida profesional otorgado por la Orquesta Sinfónica de Chile.
Tras años de desempeñarse como cantante y profesora, el 2010 se le otorga la mayor distinción a la música chilena: el Premio Nacional de Artes Musicales, siendo escogida de forma unánime por el jurado integrado por el Ministro de Educación Joaquín Lavín, el Rector de la Universidad de Chile Víctor Pérez Vera, el músico Américo Giusti como representante de la Universidad de Talca y el musicólogo Luis Merino por la Academia de Bellas Artes del Instituto de Chile, quienes destacaron su gran labor en la educación de jóvenes cantante y la difusión e impulso de la creación chilena y latinoamericana.
Soprano chilena
Mary Ann Fones nació en Santiago de Chile en 1937. Su padre Frank Fones nació en Buenos Aires como hijo de emigrantes ingleses, los que se trasladaron a Chile poco después de su nacimiento. Si bien la madre de Fones – Eliana Infante – fue chilena, la influencia de la familia paterna llevó a que creciera en un ambiente cercano a la lengua y cultura inglesas, algo que se vio reforzado siendo alumna del Colegio Villa María Academy. De adulta, con sus propios hijos, Mary Ann continuaría utilizando el idioma inglés en la vida cotidiana. La experiencia escolar fue también determinante para su vocación de cantante, ya que como alumna del Colegio Villa María tuvo oportunidad de participar en el montaje de comedias musicales norteamericanas, lo que le brindó soltura escénica y le permitió explorar su talento musical. Tras terminar el colegio, Fones fue alumna de canto de Clara Oyuela en el Conservatorio Nacional de la Universidad de Chile, donde también participó en el Curso de Ópera dirigido por Oyuela. No obstante, razones familiares la llevaron a interrumpir sus estudios formales, los que concluyó finalmente en 1977, siendo ya una activa y reconocida cantante.
Ya en la época temprana de sus estudios de canto, Fones participó en montajes de óperas, entre ellos interpretando los roles de Barbarina y Susanna de Le nozze di Figaro de W. A. Mozart en la Temporada 1956 del Teatro Municipal de Santiago, como también en el rol de Serpina en La serva padrona de G. B. Pergolesi en la Sala Mozart de Santiago en 1957. Su voz versátil de soprano lírica la llevó a cultivar principalmente el repertorio de la música antigua, el oratorio, la música de cámara y la música contemporánea, aunque a lo largo de su carrera nunca perdió el contacto con la ópera. Así, por ejemplo, en 1970 interpretó el rol de Nella en Gianni Schicchi de G. Puccini, en el marco del proyecto de Ópera Nacional del Instituto de Extensión Musical de la Universidad de Chile. El montaje, que contó con la dirección de Eduardo Moubarak y la régie de Clara Oyuela, incluyó la participación del hijo mayor de Fones, Andrés Castro, en el rol de Gherardino, hijo de Nella en la ópera. También interpretó los roles de Óscar en Un ballo in maschera de G. Verdi (1970), de Rosina en Il barbiere di Siviglia de G. Paisiello (1970/71) y de Sophie en Werther de J. Massenet (1980). En 1971, su experiencia operática culminó con el recibimiento de una beca del British Council para participar de un “Curso para cantantes de ópera” en el London Opera Centre de Londres, Inglaterra, el que realizó en 1971/72. En el intensivo curso pudo perfeccionarse en aspectos musicales y escénicos. Dentro del repertorio abordado en Londres, participó en la ópera L’Ormindo de F. Cavalli en el rol de Sicle (1972) en el Sadler’s Wells Theatre. Su perfeccionamiento se vio complementado con un curso sobre canción docta francesa, dictado por Pierre Bernac, del que participó en 1972 gracias a una beca del gobierno francés.
Durante su estadía en Inglaterra, los cuatro hijos de Fones permanecieron en Chile al cuidado de su padre. Luego del retorno de Fones al país, ella y su marido se separaron – si bien años más tarde la pareja volvería a reunirse. Como mujer procedente de una clase acomodada, su estilo de vida desafiaba los modelos socialmente establecidos, al desenvolverse paralelamente como madre separada y mujer de una intensa actividad profesional, lo que la llevó a viajar frecuentemente por Chile y al extranjero. En su particular manera de romper con esquemas preestablecidos, que también se manifestó en su trabajo con repertorios inusuales, Fones conjugó su postura emancipada y moderna con una profunda fe cristiana. En línea con esta fe, el menor de sus hijos, Pablo, es sacerdote jesuita.
Uno de los ámbitos de mayor desarrollo de Fones fue la música antigua. Desde 1973 participó activamente del Conjunto de Música Antigua de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dirigido por Sylvia Soublette. Con este ensamble realizó numerosos proyectos y giras, entre ellos, los conciertos temáticos “El descubrimiento de América” (1974) con el que el ensamble realizó una gira a Lima, Quito, Bogotá, New York, Washington, Otawa, San José y Caracas; y “La historia de María” (1976). También en 1973 inició sus primeros proyectos de música antigua con la violista da gamba Juana Subercaseaux y el guitarrista y laudista Óscar Ohlsen, presentando el espectáculo “Una tarde isabelina” por primera vez en el Goethe-Institut. El concierto, que contaba con un hilo conductor escénico, las lecturas de un actor inglés y cerveza para el público, fue muy bien recibido por los espectadores y la crítica. En 1976, junto a Ohlsen, Mary Ann realizó un concierto en Bonn, Alemania. El trabajo en conjunto entre Fones, Ohlsen y Subercaseux adoptó el nombre de Trío renacentista en 1979, año en el que realizaron el proyecto “Monólogo del tiempo” en diversas ciudades de Chile y Brasil. En 1980 se sumó a la agrupación el flautista dulce Octavio Hasbún, con lo que se rebautizaron como Cuarteto Renacentista. El cuarteto realizó una profusa actividad de conciertos y giras por Chile y el mundo, que los llevaron, entre otros destinos, a Europa y a Pekín, China, en 1981 y a Suiza, Francia y Argentina en 1986. En el ámbito de la música antigua y de los oratorios en general, Fones también cantó frecuentemente como solista, en obras tales como el Messiah de G.F. Haendel, diversas cantatas, pasiones y el Magnificat de J. S. Bach, La creación de J. Haydn, el Requiem de W. A. Mozart, Dido y Eneas de H. Purcell, entre otras, en conciertos a cargo de Fernando Rosas, Juan Pablo Izquierdo y otros directores chilenos y extranjeros.
Otro ámbito de desempeño de Fones fue la música contemporánea, en el que destacó por su búsqueda experimental y excepcional para el medio chileno. En el marco del amplio repertorio del siglo XX que abarcó se encuentran obras clásicas como los Quince poemas de Das Buch der hängenden Gärten de A. Schönberg, interpretados junto a María Iris Radrigán en 1970 y el Cuarteto de cuerdas Nr. 2 op. 10 con cantante del mismo compositor, interpretado en la versión para orquesta de cuerdas y soprano en 1972 junto a Fernando Rosas y la Orquesta de Cámara UC. A esto se suma la interpretación de ciclos de canciones de diversos compositores. Entre muchos otros, se pueden mencionar Twelve poems of Emily Dickinson de A. Copland (en 1969), Histoires naturelles de M. Ravel y Quatre poèmes de Léo Latil de D. Milhaud (en 1970), Canciones op. 11 de B. Britten, Tres historias para niños y El fauno y la pastora op. 2 de I. Stravinsky, Cinco lieder sobre poemas de Stefan George de A. Webern y los Siete lieder tempranos de A. Berg, todos estos interpretados junto a Elvira Savi en 1971. En 1973, Fones participó en el “Estudio de nueva música” dirigido por Ernst Huber-Contwig en el Goethe-Institut, interpretando la partitura gráfica Aria (1958) de John Cage, Circles para voz y arpa (1960) y la Sequenza III (1966) para voz, ambas de L. Berio. Cabe destacar que estas interpretaciones se produjeron pocos años después del estreno mundial de dichas obras. Siguiendo con los estrenos, en 1973/74 interpretó un programa de música inglesa contemporánea en Santiago y en diferentes ciudades del sur de Chile. A esto le siguió el prominente estreno de la ópera La voix humaine (1959 de F. Poulenc sobre una obra teatral de J. Cocteau en el Teatro del IEM, entonces ubicado en la calle Tarapacá Nr. 1181, en noviembre de 1974. La ópera, que se repitió en 1976, está escrita para una cantante solista y fue presentada en Chile en una reducción al piano y voz a cargo del pianista Óscar Gacitúa, quien fue además el director musical. También contó con la traducción al español y régie de Clara Oyuela y escenografía de Juan Carlos Castillo. Esta ejecución constituyó un raro ejemplo de ópera contemporánea presentada en Chile en aquel entonces. La obra recibió críticas favorables en diversos medios nacionales, que destacaron el desempeño de la cantante y la producción. En 1977 Fones realizó el estreno chileno de Ancient voices of children. A Cycle of songs on texts by García Lorca (1970) para soprano, niño soprano, oboe, mandolina, arpa, piano eléctrico y tres percusionistas de G. Crumb, nuevamente una obra de lenguaje rupturista para el medio chileno, en la que participó su hijo Pablo interpretando la voz blanca. Dentro de su interés en la música del siglo XX, Mary Ann Fones también interpretó y estrenó obras chilenas de compositores como Juan Orrego-Salas, Eduardo Maturana, Cirilo Vila y Luis Advis, entre otros. En 1980 estuvo a cargo del estreno de la Cantata del pan y la sangre de Federico Heinlein; en 1983 estrenó Expresiones para voz y cuerdas de A. Guarello. Por último, cabe destacar su participación en el estreno, en 1985, del oratorio de Rolando Cori Peldaños al Padre para orquesta, coro, dos actores y soprano, sobre un texto del sacerdote Joaquín Alliende. La obra, escrita para conmemorar el centenario del movimiento religioso Schoenstatt y el Padre Nentenich, se presentó en Vallendar, Alemania, ante unas 4.000 personas, y posteriormente antes unas 10.000 durante una audiencia papal en Roma. 1986 la cantante fue invitada por el Gobierno de la República Federal Alemana a visitar diversas ciudades alemanas y conocer sus actividades musicales, ocasión en la que también puo visitar los emblemáticos Cursos de Verano de Música Contemporánea de Darmstadt. En una entrevista para El Mercurio (ca. 1972), Fones resumía su interés por el repertorio contemporáneo con estas palabras: “Me gusta y me interesa [la música moderna] y además es como una necesidad de estar con los tiempos. Si me marginara me sentiría fuera del movimiento musical que me corresponde, en otra época. Hay que participar de la búsqueda, aunque requiera harto trabajo.”
La interpretación de los repertorios aquí señalados sin duda refleja disciplina de estudio e interés por descubrir constantemente nuevos lenguajes musicales.
A su cultivo de la ópera, la música antigua y contemporánea, se puede agregar que Fones también tuvo una extensa trayectoria en la música de cámara de los siglos XVIII y XIX, interpretando ciclos de canciones de Mozart, Beethoven, Schubert y Brahms junto a pianistas tales como los mencionados Savi, Radrigán, Gacitúa y Vila, y también como solista en obras sinfónico-vocales, entre ellas la Sinfonía Nr. 14 (1969) de Shostakovich, el ciclo de canciones orquestales Shéhérazade de M. Ravel y la Cuarta Sinfonía de G. Mahler.
Junto a su actividad como intérprete, Fones realizó una extensa trayectoria como docente del canto. Tras dictar cursos de educación de la voz desde 1970 en la P. Universidad Católica de Chile, entre 1974 y 1980 fue profesora de canto en la Universidad de Chile. En 1981 comenzó a trabajar como profesora de canto en la P. Universidad Católica, siendo fundadora de la cátedra de canto en dicha universidad. Gracias a una Beca Fullbright, en 1985 realizó una pasantía de tres meses como profesora visitante en la Juilliard School of Music de New York, durante la cual también conoció la docencia del Mannes School of Music y el Manhattan School of Music. En las últimas décadas de su vida profesional, Fones voluntariamente decidió retirarse de los escenarios para dedicarse prioritariamente a la docencia. Dentro de los numerosos cantantes que fueron formados por Fones se puede mencionar a Víctor Alarcón, Marcela Holzapfel, Sergio Gómez y Víctor Hugo Gaviola, entre otros.